Finalmente me decidí a iniciar un blog. No lo había hecho antes por muchas razones, siendo la flojera la más importante. Sin embargo, me parece que ya es tiempo de empezar a escribir y de compartir tantas ideas que se me ocurren o que descubro en mis lecturas y experiencias.
Dicho esto, les presento mi nuevo blog: Veritatis Splendor, el Esplendor de la Verdad. No crean que este nombre lo inventé yo, o que se trata de un título novedoso. Lo tomé de una encíclica de Juan Pablo II, escrita en 1993 acerca de ciertas cuestiones morales. Aunque este blog tratará de infinidad de temas (política, religión, filosofía y muchas cosas no tan profundas) y no sólo de cuestiones morales, el nombre me parece adecuado porque a fín de cuentas, lo que busca es encontrar ese esplendor de la Verdad. Ese esplendor que es el que le da sentido a la vida de los hombres. Ese esplendor, que por su misma esencia de ser luz, irradia e ilumina a otros y se niega a ser obscurecido por la mentira.