Otro personaje femenino del Señor de los Anillos que es bastante interesante es Éowyn. Muchas feministas la consideran el mejor personaje de la novela porque, según ellas, representa a la mujer inconforme que es capaz de vencer todos los obstáculos que se le presentan para demostrar que es igual o hasta mejor que los hombres. ¿Qué mejor prueba de ello que sus hazañas ante los muros de Minas Tirith, o su respuesta a la pregunta sobre aquello a lo que teme: “quedarme tras barrotes, hasta que la costumbre y la edad los acepten y toda oportunidad de lograr grandes hazañas haya desaparecido”?
Me parece extraño que las feministas tomen a Éowyn como su bandera porque ella demuestra que lo que anhela el feminismo no satisface el corazón de una mujer. La realidad de Éowyn es distinta a la que creen ver a través del lente de la ideología de género. La realidad es que Éowyn es una mujer que se encuentra perdida y que sin esperanza alguna. Está desesperada porque, a pesar de haber demostrado su valía en el campo de batalla y de haber realizado hazañas que nadie más había logrado, no halla la paz interior que esperaba encontrar en la guerra. Es una mujer que ha alcanzado el sueño del feminismo contemporáneo: demostrar que es mejor que los hombres. A pesar de ello, descubre que su corazón sigue inquieto. Creía que yendo a la guerra encontraría satisfacción a sus anhelos más profundos de libertad y lo único que encontró fue aquella jaula de la cual creía haber escapado. Por eso, mientras está en la casa de curación, insiste en que la dejen volver a la guerra para poder morir. La muerte le parece la única salida.
Es aquí en que se presenta otro personaje de gran trascendencia y de gran profundidad psicológica: Faramir. La historia de amor de Éowyn y Faramir le parece a muchos como una historia forzada y hasta cierto punto artificial. Muchas feministas la consideran como una salida patética a su personaje favorito. Parece que Tolkien los une solamente porque son dos personajes incomprendidos: una obligada a llevar una vida de princesa cuando lo que su corazón desea es la gloria en el campo de batalla; el otro forzado a la vida guerrera cuando su corazón reside en la poesía y la belleza. Sin embargo, esta historia es mucho más profunda de lo que aparenta.
Se trata de dos personajes cuyos corazones anhelan algo más pero que están buscando respuesta en el lugar equivocado: la guerra. Pero es precisamente ahí, donde, por una aparente coincidencia, se cruzan sus caminos (digo aparente porque en la mente de Tolkien no existen las coincidencias). En realidad, toda su vida, todas sus inquietudes, todos sus fracasos y todas sus decisiones son parte de un plan providencial para que se encuentren. Esa guerra, en la que ambos participan por las razones equivocadas y que no los hace felices, los lleva a descubrir su llamado y a encontrar, al fin, la paz que tanto deseaban.
En esta historia encontramos nuevamente el tema de la mujer como inspiración. Faramir ve en Éowyn una motivación para liberarse de las cadenas que él mismo se había impuesto al pretender ser como su hermano. Y con su liberación la libera a ella: “Entonces el corazón de Eowyn cambió, o al menos entendió al fin. Y de repente, pasó su invierno y el sol brilló sobre ella.”
Ambos entienden que están llamados a algo más noble que la guerra y la destrucción. Al fin, aquél que había dicho: “No mato a hombre o bestia si no hay necesidad, y cuando la hay, lo hago sin placer alguno”, puede retirarse a Ithilien (una región de gran belleza natural) y construir un jardin donde “todas las cosas crecerán con alegría”. Y aquella que encontraba deleite en las canciones de matanzas y en la guerra encuentra al fin la tranquilidad convirtiéndose en curandera, protegiendo algo que antes despreciaba: la vida.
Another female character from “The Lord of the Rings” which is very interesting is Eowyn. Many feminists consider her to be the best character of the novel because she represents, according to them, the unsatisfied woman who overcomes all obstacles to prove that she is equal or better than men. What better proof of that than her great deeds before the walls of Minas Tirith, or her answer to the question about what she feared: “to stay behind bars, until use and old age accept them, and all chance of doing great deeds is gone beyond recall or desire”?
It seems strange to me that feminists use Eowyn as their banner because she actually proves that what they defend brings no satisfaction to a woman's heart. The reality of Eowyn is different than the one they see through the lens of gender ideology. The truth is that Eowyn is a lost and desperate woman. She has lost all hope because, despite proving her worth on the battlefield and despite doing great deeds that no one else had done, she cannot find the inner peace she thought she'd find in going to war. She's a woman who has fulfilled the dream of modern feminism: to prove that she is better than men. Despite that, she discovers that the unrest of her heart is still present. She thought that going to war would fulfill her deepest desire for freedom but the only thing she found was that cage from which she wanted to escape. Thats why, while still at the House of Healing she insisted on them letting her go back to war where she could die. Death seemed to her to be the only exit.
It's in this moment that another significant and psychologically profound character shows up: Faramir. The love story of Faramir and Eowyn seems to many to be forced in and, to a point, artificial. Many feminists consider it a pathetic exit for their favorite character. It seems to them that Tolkien unites these characters just because they are misunderstood: she was forced to a life of a princess when she desired the glory of war and he was forced into the life of a warrior when he desired poetry, peace and beauty. However, this story goes much deeper than it seems.
These two characters have a longing in their hearts for something more, but they are seeking the answer in the wrong place: war. But it is precisely there, where, by an apparent coincidence, that their paths meet (I say apparent coincidence because in Tolkien's mind there was no thing as coincidence). The truth is that their whole lives, all their uneasiness, all their failures and decisions are part of a providential plan for them to meet. That war, in which both took part for the wrong reasons and which had made them so unhappy leads them to discover their calling and to find, at last, the peace that they so much desired.
In this story we also find the theme of a woman as an inspiration for man. Faramir sees in Eowyn a motivation to free himself from the chains he had put on himself. With his liberation he frees her as well: "Then the heart of Eowyn changed, or else at last she understood it. And suddenly her winter passed, and the sun shone on her."
They understand at last that they are called to something more noble than war and destruction. Finally, he who had said: “I do not kill without necesity no man nor beast, and when necesary I don't do it with pleasure” can go to his beloved Ithilien (a land of woods and natural beauties) to grow a garden where “all things will grow with joy”. And she, who rejoiced in songs of slaying and in war found the calm she desired by becoming a healer, protecting that which she had despised before: life.
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