miércoles, 18 de noviembre de 2009

Donde no hay hombres, no hay caballeros / Where there are no men, there are no gentlemen

Había un tiempo en que era cosa normal ver a un hombre sostener la puerta para una mujer o cederle su lugar en el camión. Cuando los hombres empezaron a dejar de ser verdaderos hombres, también dejaron de ser caballeros. Para colmo, el feminismo militante y la ideología de género vinieron a terminar con la respetable práctica de la caballerosidad.

Lo que la visión limitada (y yo añadiría: la inteligencia limitada) de las feministas a ultranza les impide ver es que la caballerosidad existe no para humillar a la mujer, sino para ensalzarla. No existe para que los hombres pisoteén la dignidad de la mujer sino para que aprendan a resptarla y demuestren ese respeto incluso en los actos más insignificantes.

Aquella mujer que exige que un hombre la trate de forma caballerosa no es una mujer que se está sometiendo a la superioridad masculina. Es una mujer que está consciente de su propio valor como persona y que, como tal, exige que se le respete. El hombre que trata a una mujer de forma caballerosa, a su vez, reconoce ese valor de la mujer como tal y se erige en defensor de ese valor porque lo considera digno de respeto por todos los demás.

Al mismo tiempo que exalta la dignidad de la mujer, la caballerosidad hace al hombre más noble y respetable. Es una práctica que hace que los hombres salgan de su egoísmo y se pongan al servicio de las mujeres. Los hombres por naturaleza son egoístas. Cuando actúan como caballeros, encuentran en la mujer un motivo para dejar de lado ese egoísmo y sacrificar su propia comodidad. Por ejemplo, cuando un hombre le cede su asiento a una mujer, no lo hace pensando que esa mujer sea más débil y que él, por ser más fuerte, se está mostrando magnánimo ante la debilidad femenina. Lo hace porque la considera tan digna de respeto que prefiere sufrir él la incomodidad de permanecer de pie. Prefiere tomar esa molestia (por pequeña que sea) sobre sí porque está dispuesto a hacer eso y mucho más si es necesario. Es en los pequeños detalles de caballerosidad en los que se ve la valía de un hombre porque, si no es capaz de hacer pequeños sacrificios por una dama, ¿cómo podrá responder a su llamado de sacrificarse por completo?

Nadie honra a quien considera inferior. Todos los actos de caballerosidad son pequeñas formas de honrar a la mujer y de celebrar su dignidad por el simple hecho de ser mujer. Desgraciadamente vivimos en una sociedad que habla mucho del respeto a la dignidad de la mujer pero que actúa en sentido contrario. Esa sociedad se ha encargado de eliminar la caballerosidad por considerarla “denigrante”. A mí me parece que lo ha hecho porque los verdaderos caballeros le recriminan su hipocresía. La caballerosidad representa uno de los últimos reductos de auténtico respeto a la dignidad de la mujer. Por tanto, todo hombre que se precie de serlo debería de ser, a su vez, un autétentico caballero.



There was a time when it was normal seeing a man holding a door for a woman, or giving her his seat on the bus. When real men began to dissapear, so did gentlemen. Then along came militant feminism and gender ideology to finish off the respectable practice of chivalry.

What the limited vision (and limited intelligence, I might add) of radical feminists doesn't allow them to see is the fact that chivalry doesn't exist to humiliate women, but rather to extol them. It doesn't exist so men can stomp on women's dignity but rather to teach them to respect it and to prove that respect even in the most insignificant of acts.

The woman who demands to be treated chivalrously by a man is in no way a woman who is submitting herself to masculine superiority. She is a woman who is conscious of her own worth as a person and who demands respect for the very fact that she is a person. The man who treats a woman chivalrously recognizes that worth and becomes a defender of it because he considers it worthy of being respected by everybody else.

At the same time that chivalrousness praises women, it makes men more noble and respectable. It makes men come out of their selfishness and put themeselves at the service of women. Men are selfish by nature. When they become gentlemen they find in women a motive to abandon their egoism and give up their own comfort. For example, when a man gives his seat to a woman, he doesn't do it thinking that women are weak and that he is proving to be magnanimous towards female debility. He does it because he considers her so worthy of honor that he prefers suffering the nuisance of standing himself. He prefers taking that discomfort (no matter how small it may seem) on his own shoulders because he would do much more than that for her if it were necessary. It's in the small acts of chivarly that a man proves his true worth. If he's incapable of making small sacrifices for a lady, how will he be able to answer to his calling of sacrificing his whole being?

Nobody honors someone whom they consider inferior. All acts of chivalry are small ways of honoring and celebrating the dignity of women. We live in a society that talks a lot about respecting the dignity of women but that acts in the opposite direction. That society has tried to get rid of chivalry because it considers it “degrading” to women. I think it's doing it because true gentlemen reproach its hypocrisy. Chivalry represents one of the last outposts in the defense of the authentic respect of the dignity of women. Therefore, any man that considers himself a real man should also be a gentleman.

1 comentario:

Rafaela dijo...

Hace mucho que no opinaba en tu blog, pero con estos últimos artículos tengo que darte las gracias, saber que aún hay hombre que piensen asi nos da esperanzas a mujeres que como yo, que queremos que se respete la dignidad de las mujeres, pero no el sentido que las feministas (que por cierto emplean mal el término) han querido imponer en la sociedad. Las mujeres no somos más que los hombres, si merecemos que se reconozca nuestro trabajo, pero tampoco somos inferiores a ustedes. No se trata de luchar por demostrar quien tiene el poder, somos complemento y como tal formamos un equilibrio, no sé si haz visto el nuevo anuncio de nike pero justo es eso hombres vs mujeres, por eso se pierde el sentido de la caballerosidad, de una relación, de la familia, de la sociedad.
En fin, después de mi choro GRACIAS