Hace un par de días fue la entrega del Premio Nacional de la Juventud. Durante el evento, el presidente Calderón hizo entrega del premio académico a un joven que se negó a saludarlo y que luego le gritó “espurio”. Al día siguiente, esta “importante” y “trascendente” noticia ocupó las primeras planas de los periódicos y muchos se quejaron de que el “represivo” Estado Mayor presidencial haya cumplido su trabajo sacando al chistosito este.
Como si no fuera suficiente, ese mismo día apareció una carta de un lector donde alababa la actitud heroica de este joven. Yo no sé qué tiene de heroico gritarle una estupidez al presidente. ¿No es lo que hacen nuestros diputados todos los días? Creo que es mucho más heroico asumir una auténtica postura de oposición y ser capaces de dialogar y debatir con altura. Pero bueno, en México la izquierda nos ha demostrada una y otra vez que es incapaz de ello. Siempre tienen que armar shows y andar con payasadas. Sólo vean a sus héroes: el subcomandante Marcos (que siempre anda enmascarado y no tiene los pantalones para dar la cara) o el Peje y todo su séquito de alborotadores.
Vaya futuro nos espera cuando este changuito llegue a ocupar una curul. En realidad no habrá mucha diferencia, esas tonterías ya las hacen nuestros diputados…
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