lunes, 6 de octubre de 2008

¿Tu futuro en libertad?

En los últimos meses hemos vivido la polémica causada por la nueva genialidad del gobierno del Distrito Federal: la publicación y entrega del libro Tu Futuro en Libertad. Para los que no estén al tanto de este libro, se trata de un libro de educación sexual que el GDF pretendía repartir en las secundarias de la Ciudad de México. El problema surgió cuando la Secretaría de Educación Pública Federal se los impidió diciendo que no había pasado por el proceso de revisión por el que tienen que pasar todos los libros de texto gratuito. El GDF respondió alegando que la “derecha” y la “reacción” querían evitar la educación sexual de los jóvenes.

En días recientes he tenido la oportunidad de echarle un ojo al susodicho libro. Mi conclusión al respecto es que se trata del fruto de un trabajo poco ético y poco profesional. A continuación les explico por qué:

Primero, insisten y arguyen que se trata de un trabajo basado en evidencia médico-científica exento de “tabúes y fanatismos” (así dice textual). Sin embargo, ninguna de las afirmaciones “científicas” que hacen cuenta con sus respectivas citas bibliográficas. Cualquier trabajo científico serio está lleno de referencias bibliográficas, cosa que no sucede en este caso. Por otro lado, al consultar la sección de libros recomendados resulta que la mayoría no son libros sino publicaciones de las distintas organizaciones civiles que participaron en la redacción de este libro. Por tanto, para cualquier persona seria y honesta, este libro carecería de toda validez científica. Sólo les faltó citar a Wikipedia…

Segundo, el libro tiene un sesgo ideológico exagerado. Esto me parece totalmente reprobable en una publicación que se pagó con nuestros impuestos. No es posible que se esté usando nuestro dinero para realizar propaganda ideológica. De igual forma sería completamente reprobable que un gobierno de “derecha” lo hiciera. Eso hacían los gobiernos totalitarios del siglo XX y miren lo “humano” que fue ese siglo. Irónicamente, el GDF, que se ha erigido en el defensor de las minorías y de la tolerancia es el primero en pisotear los principios de la pluralidad.

Tercero, este libro es una muestra clara de la injerencia del gobierno en asuntos que no le corresponden. La educación sexual debe ser impartida por los padres, no por el gobierno. Si los padres no cumplen, entonces deberían de hacerlo las organizaciones civiles que a eso se dedican. En el país hay organizaciones de padres de familia y de ciudadanos que están interesados en estos temas. ¿Por qué la necedad del gobierno del D.F. de meterse en lo que no le corresponde? Me parece una indicación peligrosa de esa tendencia a la intervención estatal que han mostrado los gobiernos perredistas. Como ciudadanos debemos oponernos totalmente a esta intervención innecesaria.

Cuarto, cínicamente ponen en la contraportada que el libro es parte de un programa de gobierno y que no se puede usar como promoción de ninguna persona. Digo cínicamente porque la introducción está escrita por Marcelo Ebrard, además de que en una de las primeras y en la última página se menciona y agradece al jefe de gobierno. ¿Eso no es promoción personal?

Quinto, y volviendo al tema de la intolerancia, encontramos en una sección acerca del “Estado laico” (que viene mucho al caso con la sexualidad…) un ataque directo y frontal contra la religión occidental (o sea, el cristianismo). Ahí dice que el Estado laico es primordial para evitar que el “fanatismo” (como si no hubiera fanatismo anti-clerical) influya en la libertad sexual de los jóvenes. Esto muestra, por un lado, una total ignorancia de las auténticas enseñanzas sobre sexualidad que imparten las distintas religiones; y, por el otro, una intolerancia hacia la gente con creencias religiosas. Los términos que se utilizan (fanatismo, tabúes) al referirse a las creencias de un porcentaje importante de la población son la evidencia más clara de esa intolerancia. También hacen parecer que las religiones existentes son intolerantes al oponerse al homosexualismo. Una cosa es estar en contra de las prácticas homosexuales y otra es odiar a los homosexuales. No son lo mismo. Yo nunca he oído a ningún ministro religioso decir que debemos odiarlos. Equiparar religiosidad con homofobia es una mentira y un intento de difamación. Algo que le encanta hacer al Gobierno del D.F.

Sexto, se habla constantemente a lo largo del libro de que lo que buscan es fomentar la “responsabilidad y libertad” de los jóvenes en su vida sexual. Si eso fuera realmente así, yo estaría totalmente de acuerdo. La sexualidad se debe ejercer con libertad y responsabilidad. Sin embargo, eso no quiere decir que las ideas que se manejan en el libro sean correctas. Y, más preocupante aún es el sector de la población al que se le quiere hacer llegar el libro. Los niños y jóvenes de secundaria son todo menos responsables. Se dejan guiar por las hormonas, no por la cabeza. Si no se les enseña autocontrol, ¿cómo esperan que actúen con responsabilidad? Si se les dice que para cualquier problema (como un embarazo) existe una solución rápida y gratuita, ¿cómo esperan que actúen tomando en cuenta las consecuencias de sus actos? Ofrecer una vida sin consecuencias no es ofrecerles libertad y responsabilidad. Esta es una más de las tantas mentiras de los autores de este libro.

Para concluir, me gustaría añadir que este libro es una ofensa no solo a los niños que lo reciben sino a la ciudadanía en general. Es terrible que se gasten nuestros impuestos en productos de tan mala calidad como este libro. No sólo por la calidad del contenido del mismo, sino por la forma poco incluyente en que se escribió. ¿Por qué se mencionan únicamente las posturas de ciertos grupos y las demás se tachan de “fanáticas”? Se dejó fuera a todo un sector (quizá mayoritario) de la población que tiene otras ideas respecto a la sexualidad. No lo debemos permitir.
En defensa de la Verdad acerca de las creencias sobre sexualidad del catolicismo, publicaré algo respecto a la Teología del Cuerpo, en este momento me estoy documentando al respecto. Mientras tanto, espero sus comentarios.

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